lunes, 31 de octubre de 2016

  Para Mis Muertos Bien Amados



Después de haber perdido a mi adorado Chamán Don Mariano hace a penas dos meses, uno de mis mejores amigos, mi gran protector, llegan muchas reflexiones con su ausencia. Pensé, si en este momento me muero… ¿cómo o por qué me gustaría ser recordada? ¿Por mi trabajo, por mi capacidad e inteligencia, o bien, por que fui buena amiga, hija, maestra, porque les di algo significativo y profundo a los demás? En el sepelio de Don Mariano, tanto hombres y mujeres de verdad aullaban de dolor, porque se les había ido su protector, su gran amigo. Ese a quien podías acudir no sólo en las buenas sino en las malas, ese que te llevaría al doctor si estabas enferma, que buscaría la manera mas práctica de ayudarte y no sólo contestarte por WhatsApp lo mucho que le duele tu situación y no hacer nada al respecto.

Querido lector, te comparto que aprendí que hay que “estar” cuando algo malo o penoso le sucede a un amigo, familiar o persona que quieres, el dicho “en la cárcel y en en el hospital sabes quién es realmente tu amigo”, es totalmente cierto. Cuando en el pasado murió algún ser querido y no estuve presente, es mucho más doloroso y esa culpa te acompaña siempre. Pero estar en el lugar de los hechos, acompañando a tu ser querido hasta el final y hasta la tumba, es lo mas hermoso, gratificante y aleccionador que la vida te puede regalar. Cuando mi mamá murió, estuve ahí, facilitándole la parida todo lo que pude, con los médicos, los aparatos y medicinas que le ayudaran a no sufrir, a rodearla con todas las comodidades posibles, el cariño, reunir a sus seres queridos alrededor de la cama para decirle que la queríamos y que todo iba a estar bien, que podía irse en paz.

Como mi mamá de 93 años estaba sufriendo, empeorando y no se moría, le traje chamanes, sacerdotes, hice muchos rituales y oración, puse pétalos blancos desde su cabeza en la cama hasta  la ventana abierta, rocié de agua el suelo a los pies de su cama, puse muchos mantras para que todos los Budas de todos los universos la ayudaran en su proceso de despedida y viaje hacia el más allá. Como fue cerca del día de muertos y puse altar de muertos con todos mis antepasados, les pedí a ellos que le ayudaran. Ella dijo, “hoy no me voy, me voy el día 5 y Dios, nada mas te digo que no me pienso ir ahogándome, eso no”….. y así fue, el día 5 se fue tranquilamente gracias a Dios. Estábamos como 9 mujeres alrededor de ella, hijas, nietas, la muchacha Martita que le cocinó siempre, Antonina que nos hacía el quehacer, Gloria la enfermera y estuvimos cantándole, besándola y abrazándola ya fallecida, sin avisar todavía a la funeraria, para darle tiempo a que su alma saliera de su cuerpo poco a poco. Le dije al oído muchas veces (también lo hice con Don Mariano y ojalá tú lo hagas con los tuyos), que el alma debe salir por algún orificio de la cabeza, ya sea por la cuenca de los ojos, los oídos, nariz o boca, o mejor aún, por la mollera. Y de ahí se abre siempre un puente, un túnel de luz brillante a la derecha de la persona, se abre  y deber ir por él sin hacer caso de lo que vea a los lados. Por ese túnel o puente, llega alguien de tus antepasados fallecidos a recogerte o alguien a quien le tienes mucha confianza y quisiste mucho. O bien, algún ángel, para que no tengas miedo y te lleva al otro lado del bardo, o sea, al más allá. Ese túnel o puente no se queda abierto mucho tiempo, solo el tiempo que te tome despedirte de los tuyos, ver tu funeral si es lo que quieres y luego, partir por esa burbuja de luz. 



Es importante guiar a nuestros muertos hacia allá, hacia el mas allá, para que no se queden atrapados de este lado como fantasmas. ¿por qué sucede eso? Porque al morir, en lugar de irse por el puente o túnel de luz y viajar por él, se quedan por preocupaciones terrenas como esposos, hijos, pertenencias, casas, venganza o porque simplemente no aguantan la luz de este túnel, sobre todo los que no creen en dios y no creen tampoco en la reencarnación, es decir, que hay otra vida después de la vida, muchos creen que te mueres y ahí termina todo y por eso se aferran a este plano terrenal. ¿por qué crees que se acostumbran los novenarios (rezo de 9 días) cuando alguien fallece? Porque el alma tarda 9 días en acabarse de ir. Así que eso de cremar o enterrar a los fallecidos el mismo día o al día siguiente de su fallecimiento, no es nada recomendable, entre más se tarden es mejor. Así lo hacen en Japón y en otras culturas, es ahora en la modernidad donde les ha dado por los entierros “Express”, todo rapidito y hasta dejan al “muertito” solo en la funeraria porque a las 12pm en punto se cierra la capilla funeraria y regresan hasta el día siguiente a enterrarlo rapidito. ¡!!Qué Horror!!, qué ignorancia y falta de respeto, porque tu ser querido todavía está ahí, a penas se está desprendiendo y si tu fueras el que estás tendido en una funeraria ¿te gustaría estar solito en las últimas horas de tu estancia en este planeta? ¡seguro que no!, ellos también lógico tienen miedo porque van rumbo a lo desconocido.

Es muy importante profundizar en estos temas, ayudarle a tus seres queridos a bien partir, a solucionar los problemas y malos entendidos, pedir perdón y ayudarles a ellos a que lo pidan, para que puedan partir en paz. Quizá necesites a ayuda de un Tanatólogo, que justamente esa es su función, ayudarle al paciente a bien morir y a la familia a dejarlo ir,   armonizar desacuerdos y distanciamientos para poder cerrar el ciclo en paz. Porque a veces, el moribundo espera hasta el último de sus hijos o nietos para despedirse y hasta que no vienen o les llaman, hasta entonces se pueden bien morir.


Le Digo a “hasta luego”, mi adorado Mariano, gracias por haber sido tan buen amigo, por quererme tanto, por haberme hecho sentir protegida y aceptada, por jamás haber peleado, por aceptarme tal y como soy. Tu ausencia todavía me duele en el corazón pero te llevo en mi memoria siempre. A mi mamá, papá, hermana Lilia, amiga Ana Coudurier, adorado amigo Don Mariano, primita chula Carola, Abuelos, vaya que se les ha extrañado, estarán presentes en mi altar de muertos para recordarles y rendirles colorido homenaje, esperando tengan un viaje maravilloso, nuevas vidas estupendas, los venero y agradezco haber formado parte de mi camino, Dios los acompañe siempre, amén, amén, amén y amén. 

1 comentario:

  1. Asi es mi querida Kala, ayudar a los que ya no estan de manera fisica porque la energia sigue y muchas veces no alcanzan a llegar por eso es indispensable rezar y encaminarlos hacia la luz del bien y que los roba energia no los mal encauzen.

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